También llamada una voz silenciosa en Latinoamérica, es originalmente
un manga que luego se lanzó como película. En realidad ya hace algunos años,
pero yo recién lo he visto y humildemente vengo dejar mi comentario. Es mi
deber aclarar que no soy una experta del anime y tampoco puedo decir que me he
visto muchos. Soy simplemente una buscadora de pequeñas joyas visuales, y creo
que en está ocasión me encontré con una.
La película se desarrolla en la vida escolar de Shoya Ishida
desde la escuela primaria cuando conoce a Shoko Nishimiya, una niña que no
puede escuchar y tiene dificultades para comunicarse con sus compañeros. El muchachito
empieza a ser cruel con ella, lo que actualmente llamaríamos bulling, y luego
de sus excesos la niña es cambiada de escuela, desde ese momento Shoya pasa a
ser objeto de bulling por sus compañeros. Tiempo después se vuelven a encontrar
y las heridas del pasado volverán a ser abiertas, para tal vez por fin ser
curadas o tal vez no.
En esta ocasión empezare por la recomendación y diré que la súper
recomiendo. Esto es para todos, creo yo, es pausado pero no por ello lento.
Creo que el ritmo en la película se lleva muy bien y hay momentos de mucha
carga emocional donde me encontraba al borde de la silla a punto de caer y apretando
los dientes para no gritar. Tanto si te gusta la animación japonesa como si
nunca la has visto, esta película robara un pedacito de tu corazón. Desde
luego, si buscas acción esto no es para ti, pero drama, chispitas de romance y
gran porción de amistad y reflexión, eso hay.
Me encontrado con algunos comentarios en la red, donde
llaman idiota a Shoya, sin embargo no puedo estar completamente de acuerdo con
esto. Es cierto, el niño es cruel, pero creo que no toda la culpa es suya. Su
madre quien es la única que se ocupa de él, trabaja y hace lo que puede, su
maestro no lo orienta sino que lo censura públicamente y sus compañeros que en un inicio eran sus cómplices
luego ejercen la condena. Digamos pues que el niño aprende a las malas, pero
aprende. Cuando años después se vuelven a encontrar, él es capaz de iniciar esa
amistad que nunca pudo aceptar y luego pedir perdón.
Reconozco que este es un personaje muy completo y a la vez
complejo. No lo tengo por odioso, por el contrario, me ha causado pena y me ha
hecho pensar que también la ignorancia - que muchas veces ocasiona un temor a
lo desconocido - puede sacar un lado oscuro en las personas, incluso en
aquellos que recién se inician en esta vida.
Por otro lado Shoko Nishimiya, aunque es tomada también como
protagonista de la historia, en realidad la historia comienza con Shoya y
termina con él, pero indudablemente la historia no se daría sin ella. Lo que me
lleva a pensar en las palabras de Ueno cuando decía que Nishimiya era la culpable
de lo que le pasaba a Shoya, no puedo decir que sea la culpable, pero me parece
que Nishimiya encarna el “pecado”, la “culpa” y la “redención” de Shoya, ella
es frágil, sabe de sus debilidades y sufre, conoce el lugar en el que se
encuentra y también quiere rendirse, tiene miedo pero tiene más miedo lastimar
a los demás por lo que necesita ser fuerte.
Está película te plantea algo distinto, el malo no siempre
es el malo y todos nos equivocamos. Pero lo que hace que estos personajes sean
especiales es la capacidad de superar sus propios errores o miedos, y seguir
luego de haberse caído.
La amistad, en está película
juega un papel importante, y Shoya en su rol neófito de la amistad, aprende y
nos muestra su intento de comprender la amistad. A fin de cuentas, en las
ciudades actuales – no solo Japón sino incluso en Latinoamérica - muchas
personas pueden estar rodeándonos y podemos interactuar con ellos, pero ¿cuándo
realmente los conocemos o los vemos correctamente? No son acaso muchas de esas
caras tan solo “x” en medio de tanta soledad.
Me ha gustado mucho, me han gustado muchos todos los
personajes – bueno, tal vez Ueno por ratos pecaba de expresarse demasiado – la película
visualmente es hermosa, y como decía en un principio, el ritmo de la película me
ha gustado, me calmaba y luego me emocionaba para luego reír, o me quedaba
quieta, pasmada por lo que acababa de suceder.
Al final, solo me queda decir: es hermosa.
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